La industria farmacéutica

La industria farmacéutica

La industria farmacéutica no siempre ha sido como se la conoce hoy en día.

Independientemente de la época, el ser humano siempre ha mostrado interés y necesidad de tener o crear medicamentos. Su producción ha sufrido varios cambios a lo largo del tiempo, no solo por las nuevas políticas educativas, sino también por demandas externas derivadas de diversos factores, como la epidemia del COVID-19.

Inicialmente la producción se basaba en productos extraídos de las plantas, aprovechando estos productos naturales para curar algunas enfermedades y lesiones. Esta industria ha evolucionado y actualmente tenemos una producción masiva de medicamentos que utiliza compuestos químicos de alta complejidad, con el objetivo de suprimir las necesidades de la sociedad. Uno de los mayores ejemplos ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial, donde aparecieron una gran cantidad de enfermedades y por lo tanto fue necesario crear antibióticos capaces de hacer frente a estas enfermedades que hasta ahora eran completamente desconocidas para la humanidad. Esto provocó una enorme demanda en el mercado y, con ella, las empresas farmacéuticas tuvieron que revolucionar el proceso de descubrimiento de fármacos, teniendo que invertir fuertemente en programas de I+D (Investigación y Desarrollo).

Las décadas de 1970 y 1980 fueron el segundo momento decisivo para la industria farmacéutica, debido a los grandes avances tecnológicos que existían en esa época. Las nuevas empresas en el campo de la biotecnología vinieron a complementar las farmacias tradicionales con su conocimiento especializado en el área, potenciando una red de alianzas y relaciones entre empresas.

En esta economía competitiva, la innovación es uno de los factores clave para que una empresa pueda penetrar o permanecer en el mercado con éxito, es decir, la innovación permite que estas empresas se adapten a ciertos cambios que pueden ocurrir por parte del consumidor o del entorno en el que se encuentran involucrados.

La industria farmacéutica tiene una necesidad constante de innovación, ya que, al estar ligada a la salud, requiere de nuevas formas de actuar para combatir enfermedades que se
presentan y también para mejorar los medicamentos existentes. Estas empresas se alían con el objetivo de crear una calidad de vida superior.

La Investigación y Desarrollo se basa en los descubrimientos de que algo puede ser innovador; puede ser una terapia, un medicamento o una sustancia activa, como las vacunas para el Covid-19.

La evolución de la industria farmacéutica en Portugal

Portugal acababa de pasar por el ultimátum inglés, en 1890, cuando la industria farmacéutica dio sus primeros pasos. En Europa Central, la industria ya había comenzado en la década anterior, especialmente en Alemania. Su desarrollo se basó en los avances de la química orgánica y analítica, principalmente en el aislamiento de las primeras sustancias activas.

En 1893 se producían las primeras tabletas en Portugal. A partir de los análisis químicos, la química orgánica y otras ramas de la química permitieron obtener estos nuevos fármacos.

En 1927 tuvo lugar en Lisboa el primer Congreso Nacional de Farmacia. Esta gran industria finalmente estaba en auge y aprovechó la oportunidad para darse a conocer al público, no solo al público portugués, sino también a otros países.

En 1930 esta industria experimentó su primer auge de internacionalización, con exportaciones a Brasil, las colonias portuguesas, la India británica y también los Congos belga y francés.

En 1940 se dieron los primeros pasos hacia la regulación de medicamentos en Portugal con la creación de la Comisión Reguladora de Productos Químicos y Farmacéuticos. Por iniciativa de la Cruz Vermelha Portuguesa, llegaron al país las primeras ampollas de penicilina, inaugurando la era de los antibióticos, donde Portugal se convirtió entonces en uno de los primeros países en obtener penicilina para uso civil, provocando una disminución de la tasa de mortalidad por enfermedades infecciosas. Más tarde, en 1947, llegaron a Portugal los primeros envíos de estreptomicina, lo que inició una nueva etapa en la lucha contra las diversas formas de tuberculosis y las infecciones causadas por bacterias gram-negativo.

En 1957, un año antes de la creación del Ministerio de Salud, se implantó en marcha en Portugal el primer sistema de autorización para la introducción de nuevos medicamentos, que en su momento supuso una innovación a nivel europeo.

En 1991 se publicó el estatuto del medicamento, el primer diploma oficial que trata sobre medicamentos en base a las directivas europeas, aumentando así el control y la calidad de los medicamentos.

En el año 2000, la Industria Farmacéutica y la Orden de los Farmacéuticos firmaron un protocolo con el objetivo de establecer estándares de transparencia, ética y deontología profesional. Este acuerdo fue finalmente renovado en 2016, confirmando así el compromiso de profundizar y mejorar las reglas de esta relación.

En conclusión, podemos decir que la ausencia de Portugal en la Segunda Guerra Mundial, que permitió a nuestro país exportar medicamentos a los países involucrados, lo convirtió en uno de los países pioneros en el desarrollo de la industria farmacéutica.

Esta página web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Al continuar navegando aceptarás su uso. Está utilizando un navegador desactualizado. Por favor, actualice su navegador para mejorar su experiencia de navegación.